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A partir del año 2000 se desarrolla con mayor intensidad los laboratorios de maduración del camarón litopeneus vannamei ubicados en mar bravo, punta carnero y san pablo de la península de Santa Elena - Ecuador, esta actividad de la maduración tenía el 5% del mercado nacional pues el otro 95% se sembraba los laboratorios de larva con nauplios salvaje.
Con la llegada de diferentes enfermedades (Brock, J. A.; Lightner, D. V. 1990) (Aguado-García 1990): bacterianas, síndrome de las bolitas, luminiscencia (Robertson, P. A., Calderón, W. J., Carrera, L., Stark, J. R., Zherdmant, M. 1998), pseudomonas (Aguirre-Guzmán, 2011), (Gómez-Gil, 2005), bacterias intracelulares (Brock, J. A. Nakagawa, L. K. 1986), necrosis hepatopancreatica (NHP), (Briñez, B.; Aranguren, L. F.; Salazar, 2003), y virales como el virus de la necrosis hematopoyética y hepatopancreatica infecciosa (IHHNV) (Lightner, D. V. 2003-2004), baculovirus (BP) (Bonami, J.R.; Bruce L. D.; Paulus, B. T.; Mari, J. Lightner, D.V., 1995), síndrome de Taura (TSV) (Brock, J. A. 2008) y mancha blanca (WSSV) (Lightner, D.V. 1992-2011), que provenían de los reproductores salvajes (Bell, T. A, Lightner, D. V. 1998-1995) se vio la necesidad de comenzar a domesticar nuestro camarón (Chávez-Sánchez, M. C., Montoya, L. 2009).
Asi pues se llevaron larvas de origen silvestres a las camaroneras con la finalidad de obtener reproductores con un tamaño promedio aproximado de 35 gramos (Barrera-Huerta, R.R. 1976), se los transportaba a los laboratorios de maduración y así obtener nauplios, esto se fue perfeccionando año tras año hasta que la industria de los laboratorios de maduración ocupo el 100% en la ubicación de los nauplios en los laboratorios de larvas.
Con la llegada de diferentes enfermedades (Brock, J. A.; Lightner, D. V. 1990) (Aguado-García 1990): bacterianas, síndrome de las bolitas, luminiscencia (Robertson, P. A., Calderón, W. J., Carrera, L., Stark, J. R., Zherdmant, M. 1998), pseudomonas (Aguirre-Guzmán, 2011), (Gómez-Gil, 2005), bacterias intracelulares (Brock, J. A. Nakagawa, L. K. 1986), necrosis hepatopancreatica (NHP), (Briñez, B.; Aranguren, L. F.; Salazar, 2003), y virales como el virus de la necrosis hematopoyética y hepatopancreatica infecciosa (IHHNV) (Lightner, D. V. 2003-2004), baculovirus (BP) (Bonami, J.R.; Bruce L. D.; Paulus, B. T.; Mari, J. Lightner, D.V., 1995), síndrome de Taura (TSV) (Brock, J. A. 2008) y mancha blanca (WSSV) (Lightner, D.V. 1992-2011), que provenían de los reproductores salvajes (Bell, T. A, Lightner, D. V. 1998-1995) se vio la necesidad de comenzar a domesticar nuestro camarón (Chávez-Sánchez, M. C., Montoya, L. 2009).
Asi pues se llevaron larvas de origen silvestres a las camaroneras con la finalidad de obtener reproductores con un tamaño promedio aproximado de 35 gramos (Barrera-Huerta, R.R. 1976), se los transportaba a los laboratorios de maduración y así obtener nauplios, esto se fue perfeccionando año tras año hasta que la industria de los laboratorios de maduración ocupo el 100% en la ubicación de los nauplios en los laboratorios de larvas. |
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