La interconexión con Colombia le permite al Ecuador poder utilizar al menos 1.500 millones de kilovatios-hora/año, convirtiéndose esta interconexión eléctrica en la segunda fuente de suministro de energía más importante de nuestro país, después de la central hidroeléctrica de Paute. Con la entrada en operación de la línea Pomasqui – Jamondino, doble circuito de 230 Kv se realiza el intercambio de potencia y energía de Colombia y Ecuador desde el mes de enero del 2003. El mercado eléctrico ecuatoriano se basa en el modelo marginalista, considerando los costos variables de producción que declaran los generadores. El mercado colombiano igualmente basado en el modelo marginalista, con la diferencia de que los generadores realizan ofertas de precios. La optimización del sistema integrado, cumple ahorros importantes para los dos países, pues la energía fluye desde aquel sistema que oferta precios más económicos hacia aquel que tiene precios más altos. El mecanismo implementado por los dos países ha permitido el uso mas eficiente de los enlaces internacionales, pues se usa el 100% de la capacidad de transporte y además las transacciones han sido bidireccionales, tanto por precio como por confiabilidad. En lo que tiene relación con la calidad y confiabilidad es indudable las mejoras que han producido el esquema implementado, pues los países cuentan con un respaldo para cubrir generación de seguridad tanto en operación normal como emergencia, y además, se atiende la demanda con precios más competitivos. Los beneficios obtenidos por la operación de las transacciones internacionales de electricidad de corto plazo (TIE´s), son el resultado de la solidez técnica de los desarrollos regulatorios, emprendidos en Colombia y Ecuador. Estos beneficios podrían ser ampliado a todos los países de la Comunidad Andina, siempre y cuando se fortalezcan los procesos de armonización regulatoria.