Resumen:
Existe una creciente búsqueda de los países de medir la pobreza multidimensionalmente con información adicional a los métodos basados en los ingresos monetarios. Esto ha influenciado el desarrollo de nuevos enfoques sobre el bienestar social que alineen los indicadores de pobreza y las políticas destinadas a superarlas. En Ecuador la métrica del bienestar se realiza acorde al mandato constitucional cuya visión de bienestar corresponde al concepto del Buen Vivir. La principal problemática de la metodología actual recae en la ausencia de datos que permiten medir el nivel de privación al derecho a la salud y a la alimentación adecuada. Por lo tanto, este trabajo propone la inclusión de nuevos indicadores que logren medirlo efectivamente y así observar si existen diferencias entre el índice oficial y el propuesto. Utilizando la metodología de Alkire-Foster y una fuente de información alterna se encuentra que existe una brecha importante entre estas medidas, provocada por la sustitución de los indicadores de salud.
