Resumen:
Este trabajo tiene como finalidad determinar el desempeño ambiental de la producción de arroz en la provincia del Guayas, considerando las etapas agrícolas y el proceso industrial, para lo cual se ha tomado una muestra de 4 productores agrícolas y una planta de industrialización de arroz del sector. Para esta evaluación se aplicó la metodología de Análisis de Ciclo de Vida tanto a la etapa agrícola como a la industrial, donde se determina que en la primera etapa se concentra más del 95% de emisiones, debido al uso excesivo de fertilizantes nitrogenados, pesticidas, mal manejo de los residuos orgánicos e inorgánicos que afectan directamente al impacto de cambio climático, uno de los indicadores evaluados e importantes en la actualidad. De acuerdo con los resultados obtenidos, la fertilización es una de las etapas del cultivo de arroz muy necesaria para que la cosecha sea rentable. Sin embargo, es ahí donde existe el uso de fertilizantes con un alto porcentaje de nitrógeno; como es el caso de la Urea. Este fertilizante es uno de los principales en el aporte de CO2 al ambiente, uno de los gases de efectos invernadero más peligrosos para la naturaleza. La quema de los residuos orgánicos es una de las actividades finales que se lleva a cabo para iniciar un nuevo ciclo, pues la quema de la paja de arroz al final de la cosecha se la realiza de manera indiscriminada por varios productores, generando un impacto negativo para el medio ambiente. En términos generales, la primera fase de estudio corresponde a la parte agrícola, siendo esta la más contaminante. La segunda, al ser un proceso industrializado, controlado y tecnificado en varias etapas, es donde se emiten emisiones en menor cantidad en relación con primera etapa; se aprovecha el tamo como combustible para el proceso de secado del arroz en reemplazo de Diesel, incluso. Por los consiguiente, con base en los resultados obtenidos se debería establecer estrategias de agricultura de precisión para la disminución de uso de agroquímicos utilizados en el cultivo, realizar un correcto manejo de residuos orgánicos, y con los entes adecuados ejecutar un plan capacitación para disminuir las malas prácticas medioambientales en los procesos en general, sobre todo en la etapa agrícola.