Resumen:
La actividad camaronera que viene contribuyendo eficazmente a lo largo de las últimas décadas para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la comunidad mundial, con sustentabilidad social y ambiental, ahora se muestra apropiada para incorporar en sus áreas de actuación actividades relacionadas al turismo rural, principalmente ecoturismo y pesca deportiva. La empresa Aquafort construyó dentro de su finca camaronera un hotel hacienda que oferta al público consumidor de turismo rural: pesca deportiva, paseos ecológicos, aventuras al aire libre y descanso junto a la naturaleza rural. El proyecto se muestra interesante porque consumió apenas 10% del valor inmovilizado por la empresa en sus activos fijos y contribuye con casi un cuarto de la rentabilidad del negocio. Además la venta de productos ecológicamente correctos dentro de una camaronera tiene una connotación ambiental especial, porque permite al usuario comprador de esos productos provenientes del ecoturismo comprobar que la actividad camaronera tiene sustentabilidad económica, social y ambiental, puesto que al pescar en el rio o canal, o pasear en el estuario rodeado por exuberantes manglares, observa la riqueza de la biodiversidad estuarina intacta y en perfecta armonía con el cultivo de camarón.