En un mundo cada vez más moderno los ingenieros especializados en el campo de la electrónica de audio, con el afán de elaborar equipos de bajo consumo energético, al igual que su costo, que sean resistentes y que ocasionen un bajo ¡impacto al medio ambiente, han optado por sacrificar la calidad del sonido, para lograr los propósitos antes mencionados, basándose quizás, en que esto no afectaría de manera considerable la eficiencia sonora