Resumen:
Existen opiniones diversas entre economistas sosteniendo que sería saludable para
la sociedad en común una reducción del tamaño del estado como un todo, ya que se
estima que la inversión pública es menos eficiente que la privada.
Por ello es necesario conocer la relación existente entre estas variables y según el
resultado aplicar lo más óptimo en lo que se refiere a las restricciones en la toma de
decisiones de cada sector (público y privado) al momento de invertir siendo lo más
eficientes posibles para contribuir al crecimiento económico del medio.
Es entonces la inversión en bienes de capital de gran importancia para el
desenvolvimiento y desarrollo económico de un país, estando relacionado
generalmente con el sector privado. Por esta razón es también interesante determinar
una relación a largo plazo entre la inversión privada y las variables institucionales que
caracterizan la formación bruta de capital fijo en los países en vías de desarrollo tales
como: las variaciones en el mercado de crédito, presencia del gobierno, dependencia
de una moneda e inestabilidad económica.
La intervención pública puede además elevar las tasas de interés de la economía,
reduciendo la disposición del sector privado a invertir (Buiter 1967; Sundararajan y Thakur 1980; Ram 1986). El efecto de desplazamiento de la inversión privada se
denomina crowding-out.
Por otro lado están los que sostienen que la inversión pública puede tener un efecto
complementario, también llamado crowding-in de la inversión privada, sobre todo
cuando se realiza en las áreas de infraestructura y provisión de bienes públicos. Barro
(1990) demuestra que existe un fuerte impacto de la inversión pública en la
productividad marginal del capital del trabajo.
Otro argumento a favor de la inversión pública es que el estado acepta realizar
inversiones de mayor riesgo que el sector privado. En las economías en desarrollo, los
sectores que exigen grandes volúmenes de capital inicial y períodos prolongados para
la maduración de los proyectos presentan un riesgo elevado (Dixit y Pindyck 1994).
Entonces, podría tener complicaciones el sector privado al momento de realizar
inversiones, pero no tan solo por el riesgo sino también por los títulos restringidos de
un mercado secundario.
Es muy poco probable que se financien estos proyectos a largo plazo, el sector
financiero no lo soportaría. Además el gobierno con su inversión puede reducir las
fluctuaciones de la demanda agregada y la incertidumbre en la economía.