Resumen:
La crisis económica por la que atravesó América Latina y El Caribe en los años 80, derivo de los ajustes en la economía internacional y de la propia crisis estructural de cada uno de los países. El ajuste económico asumido por la región fue eminentemente coyuntural, al dirigirse a la búsqueda de los equilibrios básicos: de las cuentas externas del sistema monetario y financiero, de la estructura fiscal, y de la inflación. Los efectos de las medidas de política económica asumidas determinaron una desaceleración del crecimiento del PIB y de los principales indicadores macroeconómicos, así como un alto costo social expresado principalmente en una distribución regresiva del ingreso, un incremento significativo del desempleo abierto y del subempleo y un agigantamiento de la pobreza.