Resumen:
Nos encontramos iniciando un nuevo milenio, caracterizado por la globalización y, por lo
tanto, por una gran modernización en todos los aspectos de la vida en sociedad' sin
embargo, muchas zonas de nuestro país se encuentran aún muy lejos de esta realidad, la
Península de Santa Elena es una de ellas.
La Península de Santa Elena es una región con un gran valor estratégico por estar ubicada
cerca de Guayaquil, capital comercial del Ecuador, y por encontrarse en las costas del
Océano Pacífico, con Ia consecuente disponibilidad de innumerables recursos naturales.
No obstante, los habitantes de las zonas rurales de ésta se han desenvuelto durante muchos
años en condiciones precarias, lo que ha ocasionado la constante presencia de problemas
sociales, reflejados en un bajo índice de desarrollo Humano (IDH), provocando como
consecuencia migración a las ciudades y subempleo.
Causante de lo anterior es la incapacidad de los campesinos de satisfacer con la utilización
de recursos propios sus necesidades básicas (alimentación, salud, educación, etc.), sumado
a la esperanza de atención patemalista del Estado, al descuido de su educación, y a su
vulnerabilidad ante la presión de grupos externos más poderosos prometedores de un falso
bienestar.
A esto se suma la inefectividad de las acciones del sector público para llegar con sus
políticas de desarrollo a la población de este sector del país, tanto con políticas
económicas como con una participación administrativa de calidad.
Por otro lado, el desconocimiento o falta de conciencia por parte tanto del sector público
como del sector privado, sobre el potencial productivo que poseen las comunidades
rurales de esta zona, logró que por mucho tiempo se haya considerado a la Península
como un lugar olvidado, ignorándose el aporte que constituiría tal fortaleza al desarrollo
del país.
Esta realidad, susceptible de ser mejorada, es la que ha inspirado la investigación realizada
para esta tesis y las recomendaciones que se detallan al final de ella.