Resumen:
Una de las últimas típicas expresiones del Sr. Presidente fue: “ los editorialistas me caen mal y hablaban pendejadas”. Esta noticia sobre este tipo de humanos raros; luego de alguna averiguación encontró que somos un total de quinientos en los diarios del país.
El Ecuador actualmente sumido en la peor crisis económica y política; agobiado por una corrupción sin precedentes; es tal, que hasta el anciano Papa Juan Pablo II con las pocas fuerzas que le quedan; tuvo frases de lamento ante un grupo de curas ecuatorianos del estado de corrupción que vive el Ecuador.
En estas condiciones del País, los editorialistas tienen una labor de análisis, crítica, recomendaciones y juzgamiento; para combatir y denunciar justamente la corrupción; la ineficiencia, el centralismo y la burocracia; por años encarnizados en la estructura política y administrativa en nuestro paupérrimo Ecuador. Como respuesta a esta lucha y voluntariado, los editorialistas o columnistas en especial de EL TELÉGRAFO, a mas del último “piropo” PRESIDENCIAL; hemos sido agredidos en forma violenta últimamente en dos ocasiones.