Resumen:
Se ha comprobado, (Chile es el mejor ejemplo) que no puede haber expansión del comercio exterior sin reforma portuaria. No se puede ir a un mercado de mayor integración y globalización, ni ir a buscar un puesto en la economía y el comercio del siglo XXI, con sistemas portuarios con sistemas portuarios que permanecen inmóviles y burocratizados, que funcionan con métodos, procedimientos, reglamentos, administraciones y formas operativas del siglo XIX.