Resumen:
Peter Drucker
Nuestro planteamiento se centra en poder vender el servicio de preparar a empresas, instituciones educativas, etc.; que deseen tener una herramienta para realizar control, administración, creación de capacitaciones de cursos y seminarios en internet o intranet, con programas de licencia gratuita, teniendo el control completo sin dependencia de técnicos.
Tomando en cuenta nuestro enfoque sabemos que las condiciones socioculturales, políticas y económicas del Latinoamérica con respecto a desarrollo y crecimiento no es equitativo y comparable con las grandes potencias, pero apostarle a un cambio en los paradigmas educativos como una alternativa más de progreso permanente; sin embargo, la implementación de programas virtuales tendrán inexorablemente que hacerse en todos los ámbitos, y así satisfacer un requerimiento social donde el estudiante actual deberá:
a) Asumir la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje.
b) Ser un individuo participativo y colaborativo, y
c) Saber optimizar su capacidad de auto reflexión y generador de conocimiento.
Los retos de las instituciones que tengan esta propuesta en el área de capacitación son muy claros:
a) Incrementar la cobertura.
b) Buscar la equidad y
c) ofrecer calidad en sus servicios educativos.
Bajo estas premisas los países de Latinoamérica, tendrán que:
a) Desarrollar parámetros de calidad.
b) Revisar y adecuar la legislación.
c) Fomentar la investigación, cooperación y liderazgo.
d) Implementar modelos pedagógicos avanzados. A esto se tendrá que sumar la inversión en infraestructura tecnológica y en capacitación.
Es muy seguro que algunos países postergarán este cambio de paradigma, sin embargo existe la posibilidad de que con los convenios que se den con otras naciones, organismos internacionales, y con el mismo sector privado y social, podrán hacerle frente a esta necesidad socioeducativa. La educación virtual llegó para quedarse, y aquel ente educativo que no se adapte a ella, quedará al margen del progreso y la competitividad mundial.
Considerando lo anterior también las empresas y/o personas que se dediquen o apliquen esta solución debe saber que no está suficientemente extendida y aplicada este tipo de actividades y para que se tenga el éxito deseado es necesario evaluar los procesos de capacitación, la investigación me permite afirmar que:
Toda evaluación es un proceso para estimular o juzgar el valor, la excelencia, las cualidades de una persona. La evaluación es un proceso continuo que comienza con el desarrollo de los objetivos de capacitación.
La evaluación del programa es fundamental ya que es la etapa que nos brinda la retroalimentación, acerca de la efectividad que tuvo o no dicho programa. A demás ésta retroalimentación, es una herramienta clave para el análisis futuro de los programas. A través de ella, muchas veces podemos detectar nuevas necesidades de capacitación, errores de procesos, focos de mejora, falta de comunicación, problemas de supervisión de personal, de integración del empleado a la organización o al cargo que ocupa, entre otras cosas.
Lo ideal es evaluar los programas de capacitación desde el principio, durante, al final y una vez más después de que los participantes regresen a sus trabajos.
Porque hay que tener en cuenta que los resultados de la capacitación no se presentan de inmediato, con esto quiero decir que no basta con realizar una simple evaluación de reacción.
En la evaluación de reacción que se realiza después del curso, suele encontrarse la satisfacción expresada por los participantes, pero esto resulta insuficiente y surge la necesidad de realizar una evaluación posterior en el lugar de trabajo para verificar los resultados de la capacitación. Se requiere de un análisis profundo, continuo y a largo plazo donde analizar, a través de diferentes evaluaciones, que lo enseñado haya sido realmente aprendido y que esto a su vez sea implementado en el puesto de trabajo.
El aprendizaje en la capacitación significa un cambio de conducta, por lo que los cambios que se produzcan en los trabajadores deben ser producto de las necesidades previamente detectadas.
Considero de suma importancia asegurarse que la empresa se mantenga centrada en la satisfacción de los clientes, evitando caer en la búsqueda del perfeccionamiento interno sin observar que es lo que pasa afuera. Ya que podríamos estar perfeccionándonos en algo que no es lo demandado por nadie. De nada sirve tener el mejor producto o el mejor servicio, con la mejor calidad, con los mejores precios, etc., si esto es calificado de esta forma únicamente por la empresa que lo ofrece, es decir, si los clientes no lo ven así.
Hay que lograr no solo satisfacer a los clientes, sino aun más: DELEITARLOS, ya que constituye la clave para lograr afianzar relaciones a largo plazo. Por ello resulta vital la capacitación del personal que se encuentra en contacto con los clientes de una empresa, que representan a la misma.