Resumen:
En los últimos tiempos el vocablo globalización ha ido ganando espacio
en las tribunas a escala mundial, lo que se debe en gran medida, a la
preocupación que manifiestan los gobiernos, entidades nacionales y
comunidad en general, por la creciente interdependencia económica de los
países y las consecuencias adversas que pueden asociarse a este proceso.
Los flujos de comercio en el mundo han aumentado a más del doble
desde 1990. La apertura de las economías ha hecho disminuir el costo de
los bienes y servicios. Se ha incrementado el número de países que se
apoyan en el crecimiento impulsado por las exportaciones. Si bien las
compras que se originan en las economías desarrolladas siguen siendo
importantes, las nuevas tendencias del comercio son indicativas de la
existencia de cadenas de suministro a nivel regional y mundial y del
aumento del comercio.
Ecuador se ha visto en la necesidad de participar en esta gran ola llamada
globalización y poder ser competitivo ante el resto del mundo, de manera
que se abre la puerta de la comercialización sin barreras. Como es
conocimiento de todos, el Ecuador es conocido como un país agrícola por
excelencia, ya que a partir de 1940 comenzó a cultivarse el banano a gran
escala en el Ecuador y con el tiempo su exportación se convirtió en la
principal fuente generadora de divisas para el estado ecuatoriano. En la
década de los años 50’s se dio el boom bananero convirtiéndose el Ecuador
en el primer exportador mundial de la fruta.
En el ámbito tributario compañías de diferentes países han sacado una
ventaja muy grande con sus llamadas relacionadas y más aún ubicadas en
paraísos fiscales.
Para mayor entendimiento tenemos que los países llamados paraísos
fiscales son aquellos territorios o estados donde ciertos impuestos son muy
bajos o no existen. Diferentes jurisdicciones tienden a ser paraíso para
distintos tipos de impuestos y para diferentes categorías de personas y
compañías.D