El proyecto fue desarrollado durante cuatro meses, centraba su problemática en la vulnerabilidad que tenía el Rectorado de la ESPOL en caso de que se presentara un incendio o sufriera los estragos del fenómeno El Niño, para lo cual se debían crear los controles que surgieron con la obligación de cumplir con los requisitos técnicos legales. En primera instancia se realizó un diagnóstico inicial de la infraestructura con un análisis de vulnerabilidad, donde se determinó los riesgos a los cuales la infraestructura es vulnerable en caso de que se presente una emergencia. Se definió que el riesgo de incendio podía causar mayor daño y el fenómeno El Niño solo podía causar pequeñas afectaciones. Se utilizó el Método Simple de Evaluación de Riesgo de Incendio donde se determinó los puntos en que las instalaciones eran vulnerables con un valor del riesgo del 3.93 el cual es considerado grave, para lo cual se requirió del Reglamento de Prevención, Mitigación y Protección contra Incendios.