Resumen:
El nivel de ruido por tráfico vehicular en el centro de Guayaquil supera en 25 dB los niveles
saludables que recomienda la Organización Mundial de la Salud. A pesar de la existencia de
multas por un uso inadecuado de la bocina, el malestar entre los residentes y trabajadores del
sector es evidente. Con el objetivo de aproximar en cantidades monetarias la pérdida de
bienestar experimentada por los ciudadanos, se implementó el método de valoración
contingente recurriendo al enfoque de respuesta dicotómica de doble cota. Los resultados
indican que existe una disponibilidad a pagar positiva y significativa que asciende a 71
USD/año para evitar los efectos de este problema social. Se verificó además una relación
directa y significativa entre la disponibilidad de pago y el nivel de ingresos, nivel de
educación, preocupación por la contaminación acústica y gasto en medicamentos por aliviar
los malestares. Particularmente esta última variable evidencia la afectación que el exceso de
ruido ya ocasiona en el bienestar de los habitantes del sector.