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Esta fruta proviene de la planta llamada bactris gasipaes Kunth el cual es el
nombre botánico y el nombre común en el ecuador ‘’chontaduro’’. Las razas
de chontaduro se incluyen en dos grupos: oriental y occidental. Las que se
encuentran al este de la cordillera de los Andes, en lo que es la cuenca
amazónica y la cuenca del Orinoco, constituyen las razas orientales. En
cambio, las que se encuentran al oeste de la cordillera de los Andes, en el
valle del Cauca, la zona del Chocó, Colombia, en Panamá y Costa Rica, se
conocen como las razas occidentales.
Cada racimo tiene entre 10 y 120 frutos. Estos son de forma cónica a
ovoide, que varía a elipsoidal y a aplanada, miden tres a cinco cm de largo,
tienen epicarpio liso y brillante, color amarillo a rojo o mezclas de estos
colores. La parte comestible está constituida por el mesocarpio, el cual es
grueso, color blanquecino, amarillo hasta naranja-rojizo, con fibras cortas y
escasas, y contenido variable en aceite. A la maduración los racimos pueden
tener más de 100 frutos, pesando cada fruto entre 1 y más de 100 g, con el
racimo llegando a tener hasta 15 Kg.
Cada fruto tiene una sola semilla de color blanco y aceitoso, la cual
está cubierta por un endocarpio duro. Se encuentran frutos sin semillas, por
deficiencia en la polinización, en este caso el mesocarpio es frecuentemente
color amarillento.
La germinación de la semilla
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En el cultivo para producción de fruta las plantas deben alcanzar su
desarrollo completo, y por lo tanto el sistema radical es mayor y con ello los
requerimientos de drenaje a mayor profundidad. Las densidades de siembra
mayormente adoptadas son de 5 ¥ 5 m y de 4 ¥ 4 ¥ 8 m, manejando la cepa
con uno o dos tallos.
Estos deben manipularse de manera que nunca falten, cortándolos
antes de que aparezca el tallo desnudo, porque entonces las yemas axilares
del rizoma habrán muerto, y ellas constituyen la fuente fundamental de
hijuelos. La inducción de producción de rebrotes se acentúa eliminando la
dominancia apical.
La cosecha de la fruta es la operación más difícil de todas las
prácticas de manejo del cultivo por la altura que alcanzan los tallos. Por esta
razón los estípites deben renovarse cuando alcanzan alturas que dificultan
en demasía la recolección de los racimos, es decir a los 10 a 12 años de
edad. Para preparar su renovación se deja un hijuelo crecer durante un año
o año y medio antes de la eliminación del tallo en cuestión, lo que se hace
después de la cosecha. El hijuelo empezará a producir en la siguiente época
de cosecha.
La explotación del pejibaye para fruta presenta algunas enfermedades
y plagas de mayor importancia económica que en el caso del palmito. La
enfermedad más grave es Monilia sp., que ataca al fruto y se presenta con
mayor intensidad durante los años más húmedos, especialmente si el
drenaje es deficiente o la plantación muy densa. La plaga más destructora
es el ataque a la fruta por las loras, que gustan de ella aún verde y aparecen
en grandes bandadas causando daños considerables. |
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