Abstract:
Nuestro país no tiene memoria; es quemimportista. En los primero días de este mes de julio de 1998, se terminó el impacto de el Fenómeno de El Niño, que se inició en febrero de 1997. Tuvimos 17 meses de destrucción, muertes, miseria, llantos y súplicas; pero se está olvidando que “EL NIÑO” es permanente, que se presentará una y otra vez en el futuro.