Abstract:
Los acontecimientos del viernes 21 de enero pasado fueron el grito de rebelión de los ecuatorianos, no se aguantó más el estado de miseria, postración y corrupción; que de un pueblo con fe y altivo nos transformaron en uno humillado, corrupto, y miserable. Esto justamente es lo más funesto que nos pasa; hemos perdido la confianza y fe en nosotros, el orgullo de ser como somos.