Abstract:
En este ultimo tiempo me he concentrado en asuntos fundamentales del mundo. Traté de la crisis argentina y también presenté el Fundamentalismo Islámico en especial en Irán. Hoy quería seguir sobre esa línea; pero un incidente abominable que lo sufrí en carne propia y por doble partida, como para Ripley; me hace retornar al subdesarrollo, abuso y autoritarismo que se ha implantado en Guayaquil.
Estos atropellos pasan con impunidad; la gente se queja, protesta pero nadie escucha. Hasta que le sucede a alguien como en mi caso, que tengo el honor de poder expresarme a través de este Diario. Entonces si se puede llegar a conocer la magnitud de estos abusos. Esta es la nota:
El día pasado sábado 6 de este mes, estacioné mi vehículo frente al edificio donde vivo en Malecón y Tomás Martínez, al final de la manzana. El vehículo había quedado una parte en la supuesta zona peatonal, pero que su pintura ya es inexistente. Pasadas las tres de la tarde de un sábado en que la ciudad ya está tranquila, y el tráfico mínimo; los porteros me alertaron que una grúa de la CTG se llevó mi vehículo. Me trasladé inmediatamente al Terminal Terrestre; lugar donde me informaron llevan los vehículos secuestrados.
