Abstract:
El pasado sábado 9 de marzo del 2002 traté sobre las lluvias que nos azotan y azotarán hasta cuando Dios disponga. Esto causa destrucción y angustia especialmente en las clases humildes del litoral ecuatoriano. Los fenómenos de El Niño de 1982 y 1997, han sido lo más largos y catastróficos, destruyeron la infraestructura vial y de riego. Hoy parece que ya tenemos otro.El martes 8 de julio de 1997 en este Diario, escribí el artículo: "La ESPOL mira a El Niño y recomienda". Se trataba de los estragos que estaba causando ese fenómeno en esa época. Las recomendaciones fueron entre otras: