Abstract:
En la actualidad la única especie de moluscos cultivada en el Ecuador es la ostra del Japón Crassostrea gigas, actividad que es realizada a pequeña escala por agrupaciones pesqueras como alternativa a la extracción. Esto ha conducido a palpar la necesidad de promover la producción acuícola de moluscos nativos como por ejemplo la ostra de roca Striostrea prismatica, o a su vez destinar esfuerzos para restaurar sus poblaciones. Sin embargo, no existen trabajos dirigidos a la producción de semillas en laboratorio.
Considerando los principales aspectos que gobiernan la madurez gonadal de Striostrea prismatica y basado en estudios previos para conseguir la reproducción inducida, se extrajeron ejemplares de los bancos naturales de la bahía de Ayangue, Santa Elena, Ecuador (1° 59.0’ S; 80° 45.58’ O) en marzo y abril 2017 cuando la temperatura oscila generalmente entre 26-27°C. Posterior a ello y utilizando técnicas probadas se obtuvo el desove (desecación y shock térmico ±5°C), describiendo de forma cronológica el desarrollo embrionario y larvario de la especie. La fecundación se realizó en proporción 10:1 (espermatozoide:ovocito). El primer cuerpo polar se observó 15 min después de que los gametos entraron en contacto (fetilización), luego, la primera escisión celular tuvo lugar a los 90 min. Transcurriendo así los sucesivos cambios embriológicos hasta las 19h post-fertilización (PF) en que >90% de larvas tempranas con bisagra recta (larva D) fueron desarrollandose. 24 h PF se inició el crecimiento larval de la prodisoconcha, notándose recién el umbo en larvas de siete días de edad, aunque fue al día 9 PF cuando las larvas veliger se volvieron marcadamente umbonadas, observándose además un color rojizo distal hacia la zona ventral en las larvas.
El día 12 PF, la pigmentación rojiza fue más marcada hasta que finalmente se tornó difusa, desapareciendo al día 18 PF. El día 20 PF, las larvas umbonadas avanzadas mostraron mancha ocular y en el día 22 un pie ciliado. En ese momento, las larvas pediveliger tenían un comportamiento de reptación, y fue cuando se transfirieron a sistemas diseñados para el asentamiento. Las primeras postlarvas cementadas observadas con formación de disoconcha midieron 482,2 ± 19,7 μm, a los 3 días postmetamorfosis -PM- (25 postfertilización). Las postlarvas cementadas continuaron su crecimiento alcanzando una longitud media de concha de 764,8 ± 37,2 μm después de 9 días PM. Las semillas alcanzaron 5 mm a los 50 días PF, pudiendo manipularlas con facilidad para transferirse a los sistemas de engorde en el mar.
Paralelamente, se evaluaron siete dietas en un primer experimento, todos ellos como tratamientos monoalgales más un control bialgal. Luego con las dietas de mejor desempeño se realizaron mezclas bialgales evaluadas con larvas de un segundo desove. En el primer experimento las microalgas Pavlova lutheri, Tisochrysis lutea, Chaetoceros gracilis y mezcla control (T. lutea+Ch. gracilis) resultaron mejores en supervivencia (36-40%), tasa de crecimiento diario (4,3-5,6 μm/day), pero solo este último tratamiento resultó con un porcentaje significativo de larvas oculadas (44,8%). Los demás tratamientos monoespecíficos (Chaetoceros muelleri, Tetraselmis suecica, Tetraselmis chuii y Nannochloropsis) generaron altas mortalidades y una baja tasa de crecimiento diario. Luego, en la evaluación de dietas bialgales, la mezcla control y la mezcla Pavlova lutheri + Chaetoceros gracilis resultaron iguales estadísticamente en supervivencia, crecimiento, pero no en cantidad de animales oculados siendo superior la mezcla control (44,7%), lo que ratificó lo observado en el experimento monoalgal.
Para el asentamiento, se desafiaron larvas pedivelíger a cinco sustratos distintos en composición (caucho, papel lija, concha molida en dos tamaños y policarbonato), mostrándose las valvas molidas de la misma especie en tamaño de 10 mm2 como las de mejor aceptación (19%), por el contrario, el sustrato de peor desempeño fue el plástico policarbonato. Los resultados indican que la tradicional dieta compuesta por un flagelado y una diatomea (Tisochrysis lutea + Chaetoceros gracilis) satisface las necesidades nutricionales de las larvas, no obstante, se observó que es necesaria la adición de Pavlova lutheri para complementar el perfil de ácidos grasos requeridos por las larvas de ostra nativa en los primeros días del desarrollo larvario (mayor demanda de DHA en las larvas iniciales y la necesidad de EPA desde la fase umbonada temprana). S. prismatica además mostró tener capacidad de sintetizar ácidos grasos esenciales a partir de otros por desaturación.
Finalmente, se sugiere evaluar otras alternativas para optimizar el proceso de asentamiento, en este experimento a pesar que se obtuvo resultados con trozos de valvas de 10 mm2, la proporción de animales fijados por partícula no asegura la supervivencia de los mismos y limita incluso la velocidad de crecimiento, por lo que se considera que no se ha optimizado la tecnología en esta fase, recomendándose estudios exhaustivos de sustratos dependientes de la talla de partícula y peso específico junto con técnicas de inducción a la metamorfosis para optimizar esta importante y clave fase de la producción de semillas de Striostrea prismatica.