Resumen:
Santa Elena es una de las principales provincias productoras de sandía en Ecuador. No obstante, los suelos de esta zona son propensos a presentar problemas de salinidad. Estas condiciones afectan la producción del cultivo de sandía, debido a que es una planta moderadamente sensible a condiciones salinas. Por esta razón, la práctica de injertos, usando patrones tolerantes a salinidad ha surgido como una alternativa para enfrentar esta problemática. Por tal motivo, el presente estudio tuvo como objetivo diseñar el plan de fertilización y la metodología de producción de sandía injertada, utilizando calabaza (Cucurbita moschata Duchesne) como patrón. Para la determinación del plan de fertilización se realizaron cálculos a partir de los resultados del análisis de suelo y los requerimientos del cultivo de sandía. El tipo de fertilizante se seleccionó considerando las características físicas y químicas del suelo. Además, se definieron las características agronómicas de la calabaza para ser utilizada como patrón y se evaluó el porcentaje de germinación de semillas húmedas y secas. Por otra parte, se propuso una metodología de injerto de sandía apropiada para los agricultores de Loma Alta, para lo cual se desarrollaron talleres con 15 agricultores y se evaluaron tres métodos de injerto: aproximación, inserción y cotiledón. Las características agronómicas que deben tener los frutos de calabaza para la selección de semillas: 17 - 21 cm de altura, 2 - 4 kg de peso y tener 100 - 200 semillas llenas. Las plántulas de calabaza están aptas para ser injertadas con sandía a los 14 días después de la siembra y deben tener 2 hojas verdaderas, altura de tallo de 4 a 8 cm y un diámetro de tallo de 2 a 4 mm. El porcentaje de germinación de las semillas secas fue de 99%, mientras que el de semillas frescas fue de 62%. El método de injerto apropiado para las condiciones de los agricultores de Loma Alta es el de Aproximación.