Desde una perspectiva medioambiental, la producción de pollo destaca por su eficiencia en comparación con la producción de carne de cerdo y vaca. Sin embargo, factores como la adquisición de materia prima, transporte y manejo de excretas de aves contribuyen significativamente al calentamiento global. La falta de conocimiento sobre el verdadero impacto, especialmente en emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs), impulsó la propuesta de un estudio del ciclo de vida y la huella de carbono del balanceado producido por Avícola San Isidro (unidad funcional: 150.8 toneladas para abastecer 38,000 pollos de engorde). Siguiendo las normas ISO 14044 e ISO 14067, se identificó el consumo de agua como significativo (22,355.37 m3 ) y la huella de carbono como 337,744.37 kg de CO2 equivalentes. Los cultivos de maíz y soya, junto con el manejo de heces, fueron los principales contribuyentes. Se proponen mejoras como el reemplazo parcial de soya con larvas de Hermetia illucens, mejora en la eficiencia de la producción de biogás y medidas para la captura de carbono. Este proyecto, al estimar impactos ambientales y señalar oportunidades de mejora, proporciona una base para decisiones más sostenibles en la empresa. Palabras Clave: Producción de balanceado, ACV, huella de carbono, mejora ambiental