El uso de residuos agrícolas de la industria para producir biocombustibles sólidos es un fenómeno que ha cobrado fuerza en las últimas décadas, en parte debido a la necesidad de encontrar alternativas sostenibles a los combustibles fósiles y reducir el desperdicio de residuos agrícolas. En una plantación de coco enano amarillo malayo, ubicada en el cantón Buena Fe, provincia de Los Ríos, se ha observado una importante acumulación de residuos de cáscara de coco debido a la cosecha y procesamiento de este fruto. El objetivo de este estudio fue evaluar la factibilidad técnica y ambiental de fabricar biobriquetas a partir de este residuo. Se recolectó 18 kg. de cáscaras de coco, se sometieron a un proceso de secado por convección natural y se pirolizó para obtener carbón vegetal; con este carbón se fabricaron prototipos de briqueta para uso en barbacoa, cuyas propiedades fisicoquímicas fueron caracterizadas de acuerdo con la norma EN 1860-2:2023. Se determinó que el tiempo de secado óptimo es 7 días y el rendimiento de la pirólisis de este tipo específico de residuo agrícola es 35%. Todos los prototipos cumplieron la normativa, se destaca la briqueta con un contenido de 5% harina de yuca al obtener un poder calorífico de 28.7 MJ/kg. Se realizó un análisis de ciclo de vida de la fase de plantación, evidenciando un mayor impacto en las categorías de ecotoxicidad terrestre y agotamiento de recursos abióticos. Se determinó la rentabilidad de una planta para la producción de 100 kg/h de biobriquetas, con un TIR del 26,72% y un VAN de $10,12 millones, el proyecto es financieramente viable y altamente rentable. Palabras clave: biocombustibles sólidos, biobriquetas, cáscara de coco, residuo, análisis de ciclo de vida