Resumen:
Debido a la consolidación que desde hace muchos años está logrando el
Ecuador como un exportador de flores con altos niveles de calidad, acorde a
los del mercado internacional, hace que se produzca nuevos espacios de
mercados, abriendo oportunidades a otras variedades de flores y follajes
tropicales para los consumidores, dado a que antes el país solo producía
casi 100% de rosas, con lo que no podíamos entrar a ciertos mercados,
como es el caso de Corea, debido a que en este país no las compraban.
En el país el sector florícola se inició con fines de exportación hace más de
20 años, existen 4729 haciendas, es decir aproximadamente 47 Km2
dedicadas al cultivo de flores, de las cuales el 73,6% corresponden a flores
permanentes y el resto 26,4% a flores transitorias. Esta actividad ha tenido
un significativo crecimiento en especial en la región Sierra, en la cual la
producción se concentra básicamente en las provincias de: Pichincha, siendo
esta la mayor zona dedicada al cultivo con aproximadamente 66% de la
superficie total, Cotopaxi con el 12.1% de la superficie, Azuay con el 5.8%,
Imbabura con el 5%, y las demás provincias como Carchi, Chimborazo,
Cañar, y Loja con el 6.6%. Y en lo que respecta a la región Costa, la
provincia involucrada en la producción de flores es Guayas con el 4.4%.
Las flores son el quinto producto de exportación no tradicional del país, con
exportaciones que superaron los US$ 400’000,000.00 en el año 2007, siendo
los principales mercados Estados Unidos, Rusia, Holanda, Alemania, Canadá. El crecimiento de la actividad ha generado una presión sobre los
recursos naturales de las diferentes localidades.
Las flores tropicales anteriormente eran consideradas un producto
relativamente nuevo, con muy poca oferta mundial, pero a su vez con una
demanda en constante crecimiento. En la actualidad esta clase se
encuentra dentro de las flores mas sembradas del país, con más de 100
variedades que poseen características y ventajas competitivas, como lo son:
tamaño, forma variada, colores sumamente vivos, intensos y brillantes, larga
vida después del corte que va de 10 a 15 días en florero existiendo la
posibilidad de añadírseles como un preservante floral natural gotas de limón
al agua, resistentes a la manipulación y no necesitan de refrigeración.
Ecuador es considerado lugar óptimo y propicio para el desarrollo de la
floricultura y esto se debe a las ventajas naturales que poseemos; ya que en
el caso de las flores tropicales, la mayor parte de estas no florecen durante
todo el año; es decir cada especie y variedad tienen sus períodos de
floración bien definidos, solo algunas especies florecen un mes al año,
mientras que las otras llegan a florecer hasta diez meses en el mismo año.
Nuestro país tiene la disponibilidad de producir y exportar flores tropicales
durante los doce meses del año, gracias a la diversidad que existe y a sus
condiciones climatológicas, pero a pesar de esto decae en los meses de
junio, julio y agosto, debido a que en esta época la producción en Hawái y
Costa Rica se incrementa.
Aprovechando estos beneficios naturales y el reconocimiento de la calidad
de la flor ecuatoriana, comercializándose así actualmente ya a más de 100
países, es necesario cubrir en su totalidad la necesidad de diversificar tanto
la producción, como la exportación de las flores tropicales y así
permitiéndonos encontrar nuevos nichos para el producto. Por otra parte, no hay que dejar a un lado los elementos que forman parte de
las debilidades que están incidiendo en la situación del sector florícola en
nuestro país; como es el caso de los costos elevados de transporte, en
relación a los fletes aéreos trayendo consigo una desventaja competitiva
dentro de este sector, en comparación con los demás países exportadores.
Así también otro aspecto que está afectando a la floricultura es la
incertidumbre política que en primera instancia conlleva a la paralización de
las inversiones, evidenciando así solo la inversión para mantenimiento y mas
no para posibles nuevas tierras y mucho menos cultivos; la claridad en lo que
a políticas externas se trata; factores exógenos como la caída de la
economía estadounidense y por último consecuencias de propuestas
aprobadas que conduce a que el sector reduzca la mano de obra y el
personal de operaciones en las diferentes fincas, dificultando así cubrir la
demanda en temporadas altas.